Haendel, autor de esta pieza, había nacido en Alemania en 1685; viajó mucho por su país, pero su formación se completó en Italia, donde se instala en 1706. Tras el éxito de sus primeras óperas viaja a Londres, donde se instala definitivamente en 1719. Funda una Academia Real de Música y triunfa plenamente con óperas italianas de espíritu, pero de rigor germánico.
Al alejarse del fácil italianismo que gusta al público, pasará grandes dificultades. La competencia con las óperas italianas le hará volcarse en el oratorio.
El oratorio de Haendel, escrito en inglés, suele ser una vasta epopeya en la que se narra con lenguaje grandioso y melodías elegantes la historia sagrada. Se intercalan grandes y solemnes trozos corales, y la orquesta incluye, sobre la base de los violines, todo tipo de instrumentos.
Su obra se completa con numerosas composiciones instrumentales.
El estilo de Haendel es muy claro en su estructura y muy elegante y directo en su formulación. Como el público al que se dirige debe ser numeroso, debe utilizar un lenguaje sencillo pero al mismo tiempo grandioso, que domine el auditorio rápidamente. Su finalidad es impresionar y subyugar, y su gran mérito es haberlo conseguido sin dejar de ser un músico de altísima calidad.
Tras su muerte en 1759, la música inglesa como la de toda Europa, se encamina hacia un nuevo estilo, un nuevo clasicismo.
La letra de esta ópera está en italiano. La textura es melodía acompañada con bajo continuo. La orquesta es de cuerda, tiene mucho más papel y está mucho más desarrollada. La voz es femenina, interpretada por una mujer soprano.
La melodía es compleja, muy difícil de de cantar, muy adornada y con muchas secciones de lucimiento para que se luzca la cantante.
La armonía es tonal con desarrollo del bajo continuo, el ritmo muy rápido y dinámico y el compás cuaternario. La forma musical aria da capo.
Haendel:
Partitura:
Audio: https://www.youtube.com/watch?v=7efM7qZFJYI
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