Yo interpretaría esta escena con un hombre en el papel de Orfeo, vestido con los ropajes típicos de aquella época. El infierno al que este entra lo representaría con focos de color rojo y humo sobre el suelo, lo cual haría que toda la escena se viese de color rojo, pero no demasiado iluminado para que el ambiente pareciese más tenue y siniestro. A las personas que reciben a Orfeo las representaría vestidas completamente de negro y sin mostrar sus caras, inmersas entre el humo rojo disperso en toda la escena. La escena no tendría ninguna clase de decoración más, y al encontrarse Orfeo con Eurídice los focos disminuirían su intensidad.
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